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miércoles, 30 de diciembre de 2009

Lo que todas las Mujeres Temen Vivir

Desgraciadamente, la sociedad condiciona a las mujeres a creer, en la porción lógica de sus mentes, (no la porción emocional) que está “mal” disfrutar del sexo. Debido a que las mujeres tienden a ser las criaturas sociales (más así que los hombres, por razones de psicología evolutiva), etiquetas como “mujerzuela” o “prostituta” tiene un fuerte efecto negativo en ellas. Ninguno de estas multas se aplica a hombres que tienen mucho sexo. Así, la tragedia suprema del sistema misógino puesto por la religión y la sociedad para reprimir la sexualidad de las mujeres es que los hombres tienen más de un desafío en conseguir sexo que ellos tendrían si regresaran a tiempos de la pre-civilización cuando las mujeres eran salvajes y desinhibidas. Así que su trabajo como un hombre en la sociedad moderna es ir alrededor del condicionamiento social de la mujer y sacar a la mujer natural dentro de ella. ¿Suena difícil? ¡Créame, no lo es! En cierto modo, las mujeres están como los candados. Ellas parecen imposibles si estás usando las llaves incorrectas, pero una vez que encuentras la llave correcta, ellas se abren fácilmente. Y sí, puedes hacer esto. Voy a mostrarte cómo. Para sacar a la mujer natural que yace en lo más profundo de cada mujer, debes tener siempre presente que en un nivel subconsciente, las mujeres aman el sexo y ellas lo quieren tanto (y quizá más) como nosotros lo queremos. Y como si el condicionamiento social al que las mujeres están sujetas no fuera suficientemente malo, una más poderosa fuerza yace dentro de ellas: su biología. Una consecuencia perfectamente natural que puede ser el resultado de tener sexo es el tener bebés, y toda mujer lo sabe. Y ella sabe que si queda embarazada cuando no se supone que quede embarazada, las personas hablarán. He ahí la tragedia suprema de las mujeres; a pesar del sexo amoroso, ellas no pueden ser libres con su sexualidad sin ser etiquetadas como una mujerzuela. Así que mientras tú--como un hombre sexual—dirige sus encuentros con las mujeres hacia el sexo, necesitas impedirle sentirse como una mujerzuela. (A propósito, es para su propia ventaja ser discreto con las mujeres. Lo último que debes hacer en la vida es estar como los machos beta buscadores de aprobación que presumen a sus compañeros sobre las mujeres que ellos han llevado a la cama. ¡Tú no necesitas la aprobación de tus compañeros, así que salte de la charla del vestuario! Los hombres reales no necesitan hacer eso.) Ha hablado con tipos que le dicen, “¿Nosotros los hombres nunca entenderemos a las mujeres”? Bien, las mujeres realmente no son tan misteriosas o difíciles de entender como esos tipos piensan. Ni son diferentes de nosotros como algunos de nosotros podríamos pensar. Desde que nosotros sabemos que las mujeres quieren sexo, está bien para ti anotar en tu agenda tener sexo cuando interactúa con ellas. De hecho, realmente es una buena idea. Lo que debes evitar hacer a toda costa, sin embargo, es verbalizar sus intenciones. Tu NO quieres decir algo sobre el sexo, o de su intento por tenerlo, a la mujer. Siempre que reveles sus intenciones sexuales a una mujer diciendo algo sobre él, tú compromete la porción lógica de su mente, causando que se dispare su condicionamiento social. “Oh oh,” ella piensa. “Este tipo es vulgar, asqueroso, y me produce escalofrío. Y no podría terminar siendo una mujerzuela aquí.” Así que evite al ser explícito sobre el sexo, y contenga la parte de atrás de su mente cuánto aman las mujeres el sexo, y trabaje en proyectar la sexualidad sin decir nada en absoluto al respecto. Use el idioma de su cuerpo, no de su boca.

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